miércoles, 16 de diciembre de 2015

Sistema de esclusas de Chester

Aunque muy habituales en todo el Reino Unido, los canales, esclusas y barcos alargados tan típicos de las islas británicas  asombran a todo turista que los ve por primera vez.


Una de las ciudades donde poder disfrutar de ellos es Chester, la turística ciudad del norte de Inglaterra. Por allí pasa el Chester Canal,  que unía el gran Manchester Ship Canalcon el río Dee y Nantwich y las zonas del sur. En su día, su uso era el de transportar todo tipo de mercancías, desde grano hasta carbón, pero a día de hoy ha quedado su uso relegado prácticamente al paso de barcos de recreo.


Para vencer los desniveles entre las distintas partes del canal estaban las esclusas. Las que encontramos en Chester tienen todo el encanto de ser completamente manuales y de madera. Las compuertas se abren y cierran manualmente desde el exterior, y se hace pasar el agua de unos niveles a otros mediante válvulas de tajadera manuales.


No es raro ver barcos haciendo uso de ellas, así que con un poco de paciencia es podréis ver el espectáculo de su uso, incluso charlar con las personas a bordo del barco (por lo general suelen ser nostálgicos, encantado de compartir su pasión con todo el que les pregunte). Además hay por la zona carteles que explican su funcionamiento.


La verdad es que da envidia el ver como los británicos cuidan su patrimonio, y mantenerlo en funcionamiento es la mejor manera de hacerlo.

Situación
Chester (Cheshire, Inglaterra) Cuando se visita Chester, es obligada la vuelta alrededor de la muralla. Desde la zona norte de la misma, se bajan unas escaleras hasta el borde del canal, donde se encuentran algunas de las esclusas (las NorthgateLocks). ¡No hay pérdida!

Fuentes

Chester CharacterisationStudy

lunes, 14 de diciembre de 2015

Puente de mando Celestyal Olympia

El Celestyal Olympia es un barco de crucero de 12 cubiertas, con capacidad  para más de 1600 pasajeros. Fue botado en 1982 por la compañía Royal Caribbean, y tras varias reformas y cambio de propietario, ahora forma parte de la flota de CelestyalCruises y recorre el Mediterráneo oriental durante 8 meses al año.


Algunas navieras permiten visitar el puente de mando de sus cruceros, ya sea pagando un dinero (como es el caso de este barco), o bien dependiendo de tu status como pasajero. En cualquier caso es una opción interesante para descubrir una parte poco conocida del barco.
Al llegar al puente, lo que más impresiona son las vistas de sus grandes ventanales y la tranquilidad que reina en la zona, en comparación con los bulliciosos que suelen ser los cruceros.


No esperéis ver a ningún miembro de la tripulación al mando del timón. Lo primero que te enseñan es el sistema de GPS, y cómo en barco navega de manera completamente autónoma. Al sistema de control del mismo le introducen las coordenadas GPS de los puntos por donde han de pasar, así como la velocidad del barco. Este se encarga de seguir la ruta, reorientando el barco cuando se desvía de la misma por vientos o corrientes marianas. No obstante, la tripulación algo si hace, ya que hacen un seguimiento en mapas de papel cada 30 minutos de la posición del barco, para poder guiarse en caso de fallo de los sistemas automáticos. Puedes ver también todos los sistemas de orientación manuales en caso de que esto ocurra.


Otro de los motivos por los que merece la pena esta visita es por la oportunidad de poder charlar con miembros de la tripulación, y que te cuenten curiosidades sobre el barco. En nuestro caso nos contaron desde que no en todos los puertos donde accede el barco lo hacen con práctico (sólo en los más complicados y desconocidos), o cómo funcionan los estabilizadores para poder hacer el viaje más cómodo.


Por supuesto no puede faltar la foto junto al timón o con las gorras de los oficiales.



Precio
9 euros.

Fuentes

http://www.cruisecritic.com/